Que se escuche su Misericordia
La naturaleza entera es fabuloso coro y poesía a Dios Creador. Todo lo que existe alaba al Señor. El Antiguo Testamento nos cuenta cómo el rey David tocó el arpa y bailó para el Señor y agradó a Dios. Pero no hay nada mayor ni mejor que se pueda hacer en este mundo que la celebración de la Eucaristía. No hay ningún acto humano que pueda superarlo, porque en la Misa es Dios mismo que ofrece a su Hijo para la salvación de todos. Es la actualización de la Pasión, Muerte y Resurrección de Nuestro Señor Jesucristo. Es la Pascua cada domingo a la que estamos invitados a tocar el ARPA, que suene más que el arpa llanera con la habilidad de un gran artista que expresa con su música el alma de un pueblo.
¿Cómo pagaré al Señor todo el bien que me ha hecho? Tocaré el Arpa para el Señor en cada Eucaristía porque la Misa es:
A - Adoración a Dios.
R - Reparación por los pecados.
P - Petición por tantas necesidades.
A - Acción de gracias.
¿Te has dado cuenta del privilegio de tocar para el Señor el ARPA de tu vida, adorándole como tu Dios, alabándole en todo momento, con humildad de pecador arrepentido, poniendo en sus manos todas tus angustias y necesidades y dándole gracias por su infinita misericordia?
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