sábado, 30 de julio de 2016

DOMINGO XVIII del TIEMPO ORDINARIO- C

DOMINGO XVIII del TIEMPO ORDINARIO- C
"Insensato"

Evangelio (Lucas 12, 13-21)
En aquel tiempo, hallándose Jesús en medio de la multitud, un hombre le dijo: "Maestro, dile a mi hermano que comparta conmigo la herencia". Pero Jesús le contestó: "Amigo: ¿quién me ha puesto como juez en la distribución de herencias?" Y dirigiéndose a la multitud, dijo: "Eviten toda clase de avaricia, porque la vida del hombre no depende de la abundancia de los bienes que posea". Después les propuso esta parábola: "Un hombre rico obtuvo una gran cosecha y se puso a pensar: '¿Qué haré, porque no tengo ya en donde almacenar la cosecha? Ya sé lo que voy a hacer: derribaré mis graneros y construiré otros más grandes para guardar ahí mi cosecha y todo lo que tengo. Entonces podré decirme: Ya tienes bienes acumulados para muchos años; descansa, come, bebe y date a la buena vida'. Pero Dios le dijo: '¡Insensato! Esta misma noche vas a morir. ¿Para quién serán todos tus bienes?' Lo mismo le pasa al que amontona riquezas para sí mismo y no se hace rico de lo que vale ante Dios"

SANTA MARTA


Oración
Dios todopoderoso y eterno, cuyo Hijo quiso aceptar la hospitalidad que santa Marta le ofreció en su casa, haz que nosotros, por intercesión de esta santa, estemos siempre dispuestos a servirte en cada uno de nuestros hermanos y así merezcamos ser recibidos por ti en las moradas eternas, al final de nuestra vida. Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo.

miércoles, 27 de julio de 2016

BEATO ROBERTO NUTTER

Del Común de un mártir o de varios mártires.
Oración colecta
Dios de misericordia,
que te has dignado agregar al beato Roberto
al número de los mártires;
concédenos, por su intercesión,
participar con él en la pasión de Cristo
y resucitar a la vida eterna.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.
Liturgia de las Horas. Propio O.P.

lunes, 25 de julio de 2016

SAN JOAQUIN Y SANTA ANA

Alabemos a Joaquín y a Ana por su hija: en ella les dio el Señor la bendición de todos los pueblos1.
Una antiquísima tradición nos ha conservado los nombres de los padres de Santa María, que fueron, “dentro de su tiempo y de sus circunstancias históricas concretas, un eslabón precioso del proyecto de salvación de la humanidad”2. A través de ellos nos ha llegado la bendición que un día prometió Dios a Abrahán y a su descendencia, pues a través de su Hija recibimos al Salvador. San Juan Damasceno afirma que los conocemos por sus frutos: la Virgen María es el gran fruto que dieron a la humanidad. Ana la concibió purísima e inmaculada en su seno. “¡Oh bellísima niña, sumamente amable! exclama el santo Doctor. ¡Oh hija de Adán y Madre de Dios! ¡Bienaventuradas las entrañas y el vientre de los que saliste! ¡Bienaventurados los brazos que te llevaron, los labios que tuvieron el privilegio de besarte…!”3. San Joaquín y Santa Ana tuvieron la inmensa suerte de haber podido cuidar y tener en su hogar a la Madre de Dios. ¡Cuántas gracias derramaría el Señor sobre ellos! Santa Teresa de Jesús, que solía poner los monasterios que fundaba bajo la protección de San José y de Santa Ana, argumentaba: “La misericordia de Dios es tan grande que no dejará por nada de favorecer la casa de su gloriosa abuela”4. Jesús, por vía materna, desciende directamente de estos santos esposos que hoy celebramos.
A los padres de Nuestra Señora podemos encomendar nuestras necesidades, especialmente aquellas que se refieren a la santidad de nuestros hogares: Señor, Dios de nuestros padres rogamos con una oración de la Liturgia de la Misa, Tú que concediste a San Joaquín y a Santa Ana la gracia de traer a este mundo a la Madre de tu Hijo, concédenos, por la plegaria de estos santos, la salvación que has prometido a tu pueblo5. Ayúdanos, por su intercesión, a velar por aquellos que especialmente has puesto a nuestro cuidado. Enséñanos a crear a nuestro alrededor un clima humano y sobrenatural en el que sea más fácil encontrarte a Ti, nuestro fin último Y nuestro tesoro.
II. El Papa Juan Pablo II enseña que San Joaquín y Santa Ana son “una fuente constante de inspiración en la vida cotidiana, en la vida familiar y social”. Y exhortaba: “Transmitíos mutuamente de generación en generación, junto con la oración, todo el patrimonio de la vida cristiana”6. En el hogar que formaron los padres de Santa María, recibió Ella el tesoro de las tradiciones de la Casa de David que pasaban de una generación a otra. Allí aprendió Nuestra Señora a dirigirse a su Padre Dios con inmensa piedad: en este hogar conoció las profecías referentes a la llegada del Mesías, al lugar de su nacimiento…
María recordaría el hogar de sus padres Joaquín y Ana cuando llegó el momento de formar el suyo, donde nacería Jesús. De Santa María, Jesús a su vez aprendería formas de hablar, dichos populares llenos de sabiduría, que años más tarde empleará en su predicación. De sus labios maternales, Jesús Niño oiría con inmensa piedad aquellas primeras oraciones que los hebreos enseñan a sus hijos en cuanto comienzan a pronunciar las primeras palabras. ¡Qué buena maestra sería la Virgen! ¡Con cuánta ternura manifestaría la riqueza de su alma llena de gracia!
Es muy probable que nosotros también hayamos recibido el incomparable don de la fe y costumbres buenas desde muchos ascendientes que las han ido conservando y transmitiendo como un tesoro. A la vez, tenemos el grato deber de conservar ese patrimonio para llevarlo a otros.
Ahora, cuando los ataques contra la familia parecen arreciar, debemos guardar con fortaleza ese patrimonio recibido, que también hemos procurado enriquecer con el ejercicio de las virtudes humanas y con nuestra fe. Hemos de hacer presente a Dios en el hogar también con esas costumbres cristianas de siempre: la bendición de la mesa, rezar con los hijos más pequeños las oraciones de la noche… leer con los mayores algún versículo del Evangelio, rezar por los difuntos alguna oración breve, por las intenciones de la familia y del Papa…, asistir juntos los domingos a la Santa Misa… Y el Santo Rosario, la oración que los Romanos Pontífices tanto han recomendado que se rece en familia. Alguna vez se puede rezar durante un viaje, o en un momento en el que se acomoda mejor al horario familiar… No es necesario que sean numerosas las prácticas de piedad en la familia, pero sería poco natural que no se realizara ninguna en un hogar en el que todos, o casi todos, se profesan creyentes. Se ha dicho que a los padres que saben rezar con sus hijos les resulta más fácil encontrar el camino que lleva hasta su corazón. Y estos jamás olvidan las ayudas de sus padres para rezar, para acudir a la Virgen en todas las situaciones. ¡Cómo agradecemos nosotros las oraciones que nos enseñaron de pequeños, las formas prácticas de tratar a Jesús Sacramentado…! Es, sin duda, la mejor herencia que recibimos.
Las nuevas circunstancias piden familias coherentes, generosas en su comportamiento. Será también muy grato a Nuestra Madre, Santa María, que renovemos una vez más el propósito tantas veces formulado de procurar ser siempre instrumentos de unión entre los diversos miembros de la familia a través del servicio gustoso y de los pequeños sacrificios diarios en favor de los demás. Este empeño santo llevará a pedir cada día por aquel de la familia que más lo necesite, a tener mayores atenciones con el más débil, con el que parece que flaquea, a poner más cariño con quien se encuentra enfermo o impedido.
III. San Joaquín y Santa Ana debieron pensar muchas veces que algo grande quería Dios de aquella hija suya, llena de tantos dones humanos y sobrenaturales, y la ofrecerían a Dios como los hebreos solían hacer con sus hijos. Los padres, que fortalecen su amor en la oración, sabrán respetar la voluntad de Dios sobre sus hijos, más aún cuando estos reciben una vocación de entrega plena a Dios incluso muchas veces la pedirán al Señor y la desearán para esos hijos, porque “no es sacrificio entregar los hijos al servicio de Dios solía decir San Josemaría Escrivá: es honor y alegría”7, el mayor honor, la mayor alegría. Y los hijos “sentirán toda la belleza de dedicar sus energías al servicio del Reino de Dios”, porque, de muchas maneras, así lo han aprendido en el hogar familiar.
El amor en el matrimonio “puede ser también un camino divino, vocacional, maravilloso, cauce para una completa dedicación a nuestro Dios”8. Este amor ha de ser eficaz y operativo en cuanto se refiere a su fruto, que son los hijos. El verdadero amor se manifestará en el empeño por formarles para que sean trabajadores, austeros, educados en el pleno sentido de la palabra…, y sean así buenos cristianos. Que arraiguen en ellos los fundamentos de las virtudes humanas: la reciedumbre, la sobriedad en el uso de los bienes, la responsabilidad, la generosidad, la laboriosidad…; que aprendan a gastar sabiendo las necesidades que muchos padecen actualmente en el mundo…
El amor verdadero por los hijos llevará a interesarse por el centro educativo donde se forman, a estar muy pendientes de la calidad de enseñanza que reciben, y de modo particular de la enseñanza religiosa, pues de ella puede depender su misma salvación. Ese amor moverá a los padres a buscar un lugar adecuado para la época de vacaciones y de descanso con frecuencia sacrificando gustos o intereses, evitando aquellos ambientes que harían imposible, o al menos muy difícil, la práctica de una verdadera vida cristiana. No deben olvidar nunca que son administradores de un inmenso tesoro de Dios y que, por ser cristianos y así procuran enseñarlo a sus hijos, forman una familia en la que Cristo está presente, lo que le da unas características propias.
Pidamos hoy a San Joaquín y a Santa Ana que los hogares cristianos sean lugares donde fácilmente se encuentre a Dios. Acudamos también a Nuestra Señora. “Todos unidos, elevemos a Ella nuestros corazones y, por su mediación, digamos a María, hija y Madre: Muéstrate Madre para todos, ofrece nuestra oración, que Cristo la acepte benigno, Él, que se ha hecho Hijo tuyo”9.
1 Antífona de entrada. — 2 Juan Pablo II. Homilía 26-VII-1983. — 3 Liturgia de las Horas. San Juan Damasceno, Disertación 6, Sobre la Natividad de la Virgen María, 6. — 4 Cfr. M. Auclair, Vida de Santa Teresa de Jesús, Palabra, 5.ª ed., Madrid 1985, p. 316 — 5 Oración colecta. — 6 Juan Pablo II, En el Santuario del Monte de Santa Ana (Polonia), 21-VI-1983. — 7 San Josemaría Escrivá, Surco, n. 22. — 8 Conversaciones con Mons. Escrivá de Balaguer, Rialp, 14.ª ed., Madrid 1985, n. 121. — 9 Juan Pablo II, Homilía 10-XII-1978.
* Una antigua tradición, de la que ya hay constancia en el siglo ii, atribuye los nombres de Joaquín y Ana a los padres de la Santísima Virgen. La devoción de los fieles por San Joaquín y Santa Ana es una prolongación de la piedad que siempre han profesado a la Santísima Virgen. El Papa León XIII dignificó su fiesta, que se celebró por separado hasta la última reforma litúrgica.

sábado, 23 de julio de 2016

XVII DOMINGO DEL TIEMPO ORDINARIO - C

"Enséñanos a orar"
EVANGELIO
Lucas 11, 1-13
Un día, Jesús estaba orando y cuando terminó, uno de sus discípulos le dijo: "Señor, enséñanos a orar, como Juan enseñó a sus discípulos". Entonces Jesús les dijo: "Cuando oren, digan: 'Padre, santificado sea tu nombre, venga tu Reino, danos hoy nuestro pan de cada día y perdona nuestras ofensas, puesto que también nosotros perdonamos a todo aquel que nos ofende, y no nos dejes caer en la tentación'". También les dijo: "Supongan que alguno de ustedes tiene un amigo que viene a medianoche a decirles: 'Préstame, por favor, tres panes, pues un amigo mío ha venido de viaje y no tengo nada que ofrecerle'. Pero él le responde desde dentro: 'No me molestes. No puedo levantarme a dártelos, porque la puerta está cerrada y mis hijos y yo estamos acostados'. Si el otro sigue tocando, yo les aseguro que, aunque no se levante a dárselos por ser su amigo, sin embargo, por su molesta insistencia, sí se levantará y le dará cuanto necesite. Así también les digo a ustedes: Pidan y se les dará, busquen y encontrarán, toquen y se les abrirá. Porque quien pide, recibe; quien busca, encuentra y al que toca, se le abre. ¿Habrá entre ustedes algún padre que, cuando su hijo le pida pan, le dé una piedra? ¿O cuando le pida pescado le dé una víbora? ¿O cuando le ida huevo, le dé un alacrán? Pues, si ustedes, que son malos, saben dar cosas buenas a sus hijos, ¿cuánto más el Padre celestial dará el Espíritu Santo a quienes se lo pidan?

SANTA MARIA MAGDALENA

SANTA MARIA MAGDALENA se celebra el 22 de julio, y se eleva al rango de fiesta.
En la Misa y en el oficio divino que se celebrarán a partir de ahora ese día, se utilizará los textos habituales del Misal Romano y la Liturgia de las Horas, pero la celebración de la Misa contará con un prefacio proprio titulado “de apostolorum apostola” (Apóstol de los apóstoles).
La decisión de elevar al rango de fiesta la celebración de Santa María Magdalena servirá para “reflexionar más profundamente en la dignidad de la mujer, la nueva evangelización y la grandeza del misterio de la misericordia divina”, explica el Arzobispo Arthur Roche, Secretario de la Congregación para el Culto Divino y la Disciplina de los Sacramentos.
En declaraciones al diario del Vaticano, L’Osservatore Romano, el Prelado recuerda que fue San Juan Pablo II quien en su documento Mulieris dignitatem se refiere a Santa María Magdalena como “ejemplo de verdadera y auténtica evangelizadora, es decir, de una evangelizadora que anuncia el mensaje gozoso central de la Pascua”.
María Magdalena, recuerda el Arzobispo, “es la primera en ver el sepulcro vacío y la primera en escuchar la verdad sobre su resurrección. Cristo tiene una especial consideración y misericordia por esta mujer que manifiesta su amor hacia Él, buscándolo en el jardín con angustia y sufrimiento”.
Por ello, el Papa ha querido que la celebración litúrgica de esta Santa “tenga el mismo grado de fiesta dado a la celebración de los apóstoles en el calendario romano general y que resalte la especial misión de esta mujer, que es ejemplo y modelo para cualquier mujer en la Iglesia”, concluye Mons. Roche.

sábado, 16 de julio de 2016

DOMINGO XVI DEL TIEMPO ORDINARIO -C

"ESCUCHA A JESUS"
EVANGELIO - Lucas 10, 38-42
En aquel tiempo, entró Jesús en una aldea, y una mujer llamada Marta lo recibió en su casa. ésta tenía una hermana llamada María, que, sentada a los pies del Señor, escuchaba su palabra. Y Marta se multiplicaba para dar abasto con el. servicio; hasta que se paró y dijo: - «Señor, ¿no te importa que mi hermana me haya dejado sola con el servicio? Dile que me eche una mano.» Pero el Señor le contestó: - «Marta, Marta, andas inquieta y nerviosa con tantas cosas; sólo una es necesaria. María ha escogido la parte mejor, y no se la quitarán.»

viernes, 15 de julio de 2016

VIRGEN DEL CARMEN

Historia de la Devoción a 
Nuestra Señora

del Monte Carmelo
Según tradición carmelita, el día de Pentecostés, ciertos    piadosos varones, que habían seguido la traza de vida de los Profetas Elías y Eliseo, abrazaron la fe cristiana, siendo ellos los primeros que levantaron un templo a la Virgen María en la cumbre del Monte Carmelo, en el lugar mismo desde donde Elías viera la nube, que figuraba la fecundidad de la Madre de Dios. Estos religiosos se llamaron Hermanos de Santa María del Monte Carmelo, y pasaron a Europa en el siglo XIII , con los Cruzados, aprobando su regla Innocencio IV en 1245, bajo el generalato de San Simón Stock.
El 16 de julio de 1251, la Virgen María se apareció a ese su fervoroso servidor, y le entregó el hábito que había de ser su signo distintivo. Inocencio bendijo ese hábito y le otorgó varios privilegios, no sólo para los religiosos de la Orden, sino también para todos los Cofrades de Nuestra Señora del Monte Carmelo. Llevando éstos elescapulario, que es la reducción del que llevan los Carmelitas, participan de todos los méritos y oraciones de la Orden y pueden esperar de la Stma. Virgen verse pronto libres del Purgatorio, si hubieran sido fieles en observar las condiciones impuestas para su uso.
En este día pidamos que se acreciente la devoción a María Santísima que es tan espléndida con sus devotos al prometer a los que lleven puesto su santo escapulario la eterna salvación y el alivio y reducción de las penas del Purgatorio.

Vayamos a María, quien nos llama con su voz dulcísima de Madre.

miércoles, 13 de julio de 2016

BEATO SANTIAGO DE VARAZZE

13 de Julio

Beato Santiago de Varazze  ( Jacobo de Vorágine) obispo

Santiago nació hacia 1228 en Varazze (Liguria, Italia) e ingresó en la Orden de Predicadores en 1244 en el convento de Génova. Fue de gran ciencia y elocuencia y es autor de la famosa Leyenda aurea, monumento de la piedad de su época, la más célebre recopilación de leyendas piadosas en torno a los santos y desde luego la más influyente en la iconografía pictórica y escultórica de los mismos.  
Fue por dos veces prior provincial de Lombardía y vicario general de la Orden en la elección del Maestro de la Orden Munio de Zamora. El papa Nicolás IV lo nombró arzobispo de Génova en 1292, haciendo una gran labor de renovación del culto cristiano, de la paz de la ciudad y de la vida de sus fieles.
Murió en Génova el 13 de julio de 1298 y su cuerpo se venera desde 1972 en la iglesia de Santo Domingo de Varazze. Su culto fue confirmado en 1816.





Oración colecta
Oh Dios, que hiciste al obispo beato Santiago
eximio predicador de la verdad
y constructor de la paz;
concédenos, por su intercesión,
amar la paz y la verdad
para llegar a ti,
que eres la paz suprema
y la misma verdad.
Por nuestro Señor Jesucristo, tu Hijo,
que vive y reina contigo
en la unidad del Espíritu Santo
y es Dios por los siglos de los siglos.



sábado, 9 de julio de 2016

DOMINGO XV DEL TIEMPO ORDINARIO -C

NO TE CANSES DE HACER EL BIEN

Evangelio (Lc 10,25-37)
En aquel tiempo se presentó ante Jesús un doctor de la ley para ponerlo a prueba y le preguntó: "Maestro, ¿qué debo hacer para conseguir la vida eterna?" Jesús les dijo: "¿Qué es lo que está escrito en la ley? ¿Qué lees en ella?" El doctor de la ley contestó: "Amarás al Señor tu Dios, con todo tu corazón, con toda tu alma, con todas tus fuerzas y con todo tu ser, y a tu prójimo como a ti mismo". Jesús le dijo: "Has contestado bien; si haces eso, vivirás". El doctor de la ley para justificarse, le preguntó a Jesús; "¿Y quién es mi prójimo?" Jesús le dijo: "Un hombre que bajaba por el camino de Jerusalén a Jericó, cayó en manos de unos ladrones, los cuales lo robaron, lo hirieron y lo dejaron medio muerto. Sucedió que por el mismo camino bajaba un sacerdote, el cual lo vio y pasó de largo. De igual modo, un levita que pasó por ahí, lo vio y siguió adelante. Pero un samaritano que iba de viaje, al verlo, se compadeció de él, se le acercó, ungió sus heridas con aceite y vino y se las vendó; luego lo puso sobre su cabalgadura, lo llevó a un mesón y cuidó de él. Al día siguiente sacó dos denarios, se los dio al dueño del mesón y le dijo: 'Cuida de él y lo que gastes de más, te lo pagaré al regreso'. ¿Cuál de estos tres te parece que se portó como prójimo del hombre que fue asaltado por los ladrones?" El doctor de la ley le respondió: "El que tuvo compasión de él". Entonces Jesús le dijo: "Anda y haz tú lo mismo".

SAN JUAN DE COLONIA

          San Juan de Colonia es un testigo de amor, hasta la últimas consecuencias, hasta dar la vida por quien más ama y a quien tenía por modelo: Jesús Crucificado. Su vida sacerdotal y dominicana está alentada por una espiritualidad de amor entrañable a la Madre de Jesús. Vive su sacerdocio con un testimonio victimal, ya que está fortalecido por un amor inmenso a Jesús en la Eucaristía.
San Juan de Colonia es mártir de la fidelidad al Vicario de Cristo. Fue canonizado por el Papa Pío IX el 29 de junio de 1867. San Juan de Colonia es modelo de ecumenismo.